Desde la primera vez que fue visto en las costas al noroeste de Valoran, el gran espectro acorazado conocido como Hecarim infundió el terror en los corazones de todos aquellos que posaban su mirada en él. Nunca nadie había visto nada semejante a esta forma titánica y etérea, y el misterio de su repentina aparición era realmente desconcertante. Cuando Hecarim avanzó hacia el este, dejando tras de sí un rastro de tierras desoladas y sin vida, los habitantes de las llanuras abandonaron sus hogares para refugiarse en la seguridad de Demacia. En las tabernas de la ciudad, ahora llenas de gente, se expandían entre susurros los rumores sobre este fantasma inhumano. Algunos aseguraban que era la sombra vengativa de un antiguo guerrero, que intentaba destruir a todos los seres vivos; un hombre insistía que se le había visto liderando una legión entera de caballeros espectrales; otros todavía creían que se trataba de la creación de un malvado nigromante. Un comandante demaciano, con el objetivo de acabar con el terror que había asolado la ciudad, reunió a varios de sus mejores soldados y partió con el objetivo de expulsar o destruir a Hecarim.
El comandante guió a sus soldados para que se pusiesen en el camino de Hecarim y se preparasen para su asalto. Pero cuando la aparición se puso a su altura, una intensa sensación de miedo se apoderó de los guerreros. Los hombres, paralizados por el terror, tan sólo podían gritar mientras el titánico fantasma pasaba por encima de ellos, destrozándolos y aplastándolos bajo sus cascos metálicos. Hecarim se giró hacia el comandando, lisiado y escondido, y sentenció: ''Esto no es más que el principio. Ningún ejército mortal puede hacer frente al poder de las Islas de la Sombra''. Tras esas palabras, Hecarim reanudó su marcha sombría. Tras esta experiencia digna de las peores pesadillas, la locura se apoderó del comandante, quien regresó a Demacia como pudo; pero allí, sus advertencias fueron ignoradas por considerarse poco más que las divagaciones de un loco. Aunque las intenciones y el origen de Hecarim siguen siendo un misterio, su destino se desveló cuando llegó a la Academia de la Guerra y, con una voz ominosa y potente, exigió entrar en la Liga de Leyendas.
''No lo comprendéis… las sombras nos consumirán a todos…''
-- Antiguo comandante demaciano
No hay comentarios:
Publicar un comentario