jueves, 3 de enero de 2013

Taric

Existe una forma de magia que muchos habitantes de Runaterra desconocen y que los pocos que saben que existe la desechan. Es la magia de la tierra, que obtiene su poder de la resonancia de cristales y gemas. Taric, caballero de la gema, es el único practicante de esta forma de magia en toda Runaterra, y ha sido invocado por error desde un mundo muy lejano. En su hogar, el padre de Taric era un distinguido sanador en su ciudad natal. Taric siempre se mostró interesado por las actividades de su padre, ya desde una temprana edad. A pesar de su creciente conocimiento de las medicinas animales, las plantas y las hierbas, lo que más le fascinaba era el poder de las gemas. No pasó mucho tiempo antes de que dominara la biblioteca de su padre y emprendiese su propio camino. Quería ayudar a la gente, pero no sólo curando sus heridas y aliviando sus males. No iba a ser sanador, sino defensor: alguien que utiliza el poder de la tierra para conservar y proteger.

Taric se convirtió en un caballero errante, reconocido por todo lo largo y ancho de su tierra natal como el guardián de los justos, hasta que un día un hechizo de invocación lo sacó de su hogar y lo depositó en Runaterra. Desorientado y confuso al principio, ahora siente que el continente de Valoran necesita a alguien como él. Aunque echa de menos su hogar natal, Taric es feliz luchando en la Liga, haciendo de protector de todo aquel que necesite uno. Su aspecto limpio y estilizado, junto con sus brillantes y engarzadas armas y armadura, lo han llevado a convertirse, en un abrir y cerrar de ojos, en uno de los campeones más famosos de la Liga de Leyendas. La prensa de Valoran, por algún motivo, tiene un gran interés en su vida personal. Pese a ser abierto sobre su vida como campeón y a sacar a relucir su gracia innata en cualquier conversación, Taric no habla demasiado sobre su vida fuera de la Liga y prefiere su privacidad.


Para Taric, como le enseñó su padre, cada piedra tiene un significado. Para sus enemigos, todas tienen uno solo: problemas.







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