Pese a que la región de Freljord, al norte, es una de las más implacables de todo Valoran, los Ursine han sobrevivido durante siglos en esta tundra yerma y tormentosa. Volibear, como feroz y respetado guerrero de los Ursine, dedicó toda su vida a la protección de su gente y a ser leal a su hermano mayor, el jefe de la tribu. Cuando su hermano murió durante una cacería en la tundra, la tribu quiso que Volibear fuese su sucesor. Era un honor y una molestia con la que Volibear nunca había contado, pero llevó dicha carga con orgullo. Sin embargo, siguiendo la tradición de los Ursine, la tribu no podría reconocer a Volibear como jefe hasta que regresase de un viaje a la cima de su montaña sagrada, un lugar siempre envuelto por una tormenta eléctrica. Allí, los jefes de los Ursine deben hablar con la mismísima tormenta, obteniendo la claridad y la sabiduría que refuerce su posición como grandes líderes.
Colocándose la armadura y los guanteletes encantados tradicionales de los jefes, Volibear comenzó el largo y peligroso ascenso por la montaña. Cuando llegó a la cima y observó la tormenta que se desataba debajo de él, tuvo una terrible visión de Freljord consumida por la guerra. En medio de la masacre, los Ursine caían muertos en un sangriento campo de batalla. Creyendo que la visión sería un augurio de lo que sucedería en el futuro si no actuaba rápido, Volibear viajó al capitolio de Freljord. Los Ursine llevaban siglos sin aventurarse más allá de las montañas del sur, y no fue recibido de buen grado. Sin embargo, la reina Ashe reconoció a Volibear como un sabio y poderoso aliado. Forjaron una alianza, que Volibear consideró el primer paso para evitar un futuro bélico. Como parte de este acuerdo, se unió a al Liga de Leyendas en nombre de un Freljord unificado, representando al poder primigenio de su nación en los Campos de la Justicia.
“Pocos pueden sobrevivir a la tormenta que se genera tras el rugido de Volibear”.
-- Ashe, arquera de hielo
No hay comentarios:
Publicar un comentario