Otrora Warwick fue un hombre destacado por su capacidad de encontrar especímenes humanos para las más oscuras investigaciones científicas. Cuando sus ambiciones superaron los límites de su cuerpo, bebió de un peligroso elixir que lo transformó en un cazador imparable. Pero tuvo que pagar un alto precio por este nuevo poder.
Antes de su transformación, Warwick tenía un oficio en Zaun, el de ''procurador'' de sujetos humanos de laboratorio. Conocido por sus métodos astutos y su implacable determinación, la gente lo miraba con una extraña mezcla entre miedo y respeto. Al tiempo que crecía su reputación, también lo hacían sus encargos. Sus clientes querían especímenes más raros y peligrosos, y los querían con presteza. Para cumplir con sus peticiones, Warwick necesitaba una fuerza mayor que trascendiera los límites de su figura humana. Su viejo amigo, Singed, ingenió una fórmula poderosa. Para la receta, necesitaba tres ingredientes esenciales: plata de las Islas de la Sombra, un colmillo del lobo Balefire y el corazón de un ser celestial. Warwick consiguió los dos primeros en poco tiempo, pero el tercero suponía un desafío mucho mayor. Viajó hasta Ionia para capturar a Soraka, una criatura que se decía que era la hija de las estrellas, pero esta descubrió sus intenciones y lo apartó de su camino con su poderosa magia. Incapaz de asumir tal derrota, Warwick volvió ante Singed desfigurado y furioso. Le pidió al químico la poción sin terminar, pero Singed le advirtió de que los resultados eran impredecibles. Desoyendo los consejos de su amigo, Warwick se bebió el brebaje. El contenido lo transformó en una criatura mitad hombre y mitad lobo, infundiéndole una fuerza sin igual y unos sentidos agudizados. Lleno de júbilo, empezó a probar inmediatamente los efectos de sus nuevos poderes. Día tras día sus instintos se intensificaba, pero su parte humana se iba desvaneciendo. Sentía como iba perdiendo el control. Aunque era capaz de alcanzar a sus presas, le era imposible devolverles la vida. Ahora, su objetivo es conseguir el corazón de Soraka para estabilizar su transformación antes de que su mente dé rienda suelta a los salvajes instintos de la bestia que yace en su interior.
''Poco a poco, la bestia acaba apoderándose de todos nosotros''.
-- Warwick
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