Yasuo es un hombre resuelto, un espadachín ágil que utiliza el mismísimo viento para eliminar a sus enemigos. Pero el que había sido un guerrero orgulloso ha caído en desgracia debido a una acusación falsa, y se ha visto forzado a luchar desesperadamente por sobrevivir. Con todo el mundo en su contra, hará todo lo que esté en su mano para llevar al culpable ante la justicia y restaurar su honor.
Yasuo, una vez un pupilo brillante de la reconocida escuela jonia, es el único de esta generación que ha conseguido dominar la legendaria técnica del viento. Muchos pensaban que estaba destinado a convertirse en un gran héroe. Sin embargo, eso cambió para siempre durante la invasión noxiana. A Yasuo se le encomendó proteger a un Anciano jonio, pero su orgullo lo volvió estúpido y pensó que su espada sería la que marcase la diferencia, así que se unió a la batalla. Cuando regresó, se encontró al Anciano asesinado.
Deshonrado, Yasuo se entregó voluntariamente, preparado para pagar dicho error con su vida. Sin embargo, se quedó de piedra cuando supo que no se le acusaba por negligencia, sino del propio asesinato. Pese a su consternación y a estar consumido por la culpa, sabía que si no hacía nada el verdadero asesino se quedaría impune. Yasuo alzó la espada contra su propia escuela y se abrió camino a mandobles hasta la libertad, a sabiendas de que con su traición estaba volviendo a toda Jonia en su contra. Completamente solo por primera vez en su vida, se dispuso a encontrar a quien realmente había matado al Anciano.
Yasuo pasó los años siguientes vagando, intentando encontrar alguna pista que le condujese al asesino. Durante todo ese tiempo, sus antiguos aliados seguían tras él, forzándolo constantemente a luchar o morir. Su misión lo hacía seguir adelante, hasta que un día fue descubierto por el enemigo al que más temía: su propio hermano, Yone.
Unidos por el mismo código de honor, los dos guerreros se saludaron y desenvainaron sus espadas. Caminando en círculos, se estudiaron silenciosamente bajo la luz de la luna. Cuando sus espadas se encontraron, Yone no fue rival para Yasuo, que acabó con su hermano de un solo golpe. Yasuo soltó su arma y corrió al lado de Yone.
Embargado por la emoción, le preguntó cómo era posible que su propio hermano lo considerase culpable. Yone respondió: ''Al Anciano lo asesinaron con una técnica de viento. ¿Quién iba a ser si no?'' Yasuo comprendió entonces por qué le habían acusado. Declaró su inocencia de nuevo y rogó una vez más el perdón de su hermano. Las lágrimas inundaron su cara cuando su hermano murió entre sus brazos.
Yasuo enterró a Yone bajo el sol naciente, pero no había tiempo para guardar duelos. Pronto habría alguien más tras él. La revelación de su hermano le había proporcionado un nuevo propósito; ahora disponía de la pista que necesitaba para encontrar al verdadero asesino. Realizando un juramento, reunió sus pertenencias, echó un último vistazo a la tumba de Yone, y partió con el viento a sus espaldas.
"La historia de una espada se escribe con sangre''.
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